por Roberto Gutiérrez Meza
¡Eureka! El aislamiento de la insulina
Una pequeña reseña de uno de los descubrimientos que revolucionó la ciencia en el siglo XX
“estableció la asociación entre la degeneración de estas células”
El camino culminado en la entrega del premio Nobel en 1923 a Frederick Banting y Macleod por el descubrimiento de la insulina, comenzó mucho antes.
Oskar Minkowski en 1889 logra establecer la conexión entre la secreciones pancreáticas y la diabetes, durante sus investigaciones en la Universidad de Estrasburgo realiza una pancreatectomía total a un perro, observando de este modo el desarrollo de diabetes en el.
Paul Langerhans, 20 años después descubrió dos sistemas de células en el páncreas: los acinos, que supo producían las secreciones digestivas pancreáticas, y otro sistema del cual sus funciones eran desconocidas para el, observando que estas células tenían una conformación de pequeñas islas flotando entre los acinos.
En 1901 Eugene Opie en la Universidad Johns Hopkins estableció la asociación entre la degeneración de estas células, ya para entonces llamadas “islotes de Langerhans” y el desarrollo de la diabetes.
Gracias a los experimentos de estos hombres y muchos otros se establecieron las bases para el descubrimiento de la insulina en la segunda década del siglo 20.
Frederick Bating
Nacido en 1891 en Alliston, Ontario, perteneció a la generación marcada por la primera guerra mundial, ya que durante sus estudios de medicina fueron llamados a servir en el ejército
como cirujanos en el frente de batalla, regresa a Canadá en 1919 tras haber sido herido y comienza sus prácticas como cirujano en el hospital infantil de Toronto, ya para 1920 preparando una clase para la escuela de medicina lee el último número de “Surgery, Gynecology and Obstetrics” donde le llama la atención un artículo “La relación de los islotes de Langerhans y la diabetes con referencia especial a casos de litiasis pancreática”.
En Noviembre 7 de 1920, Banting se acerca a John James Macleod, un experto en el metabolismo de los hidratos de carbono para compartir sus ideas sobre experimentos para seguir investigando lo propuesto en aquel artículo que había llamado su interés. Sin estar sorprendido con lo que le comentaba Banting, ya que era materia ampliamente conocida por él , lo acoge y le da espacio en su laboratorio, asi como material para realizar experimentos por 2 meses.
En Mayo de 1921 Banting y su asistente Charles Herbert Best inician sus experimentos. Una combinación de tiempo y buena suerte permitió que ellos fueran los primeros en anunciar el descubrimiento de la insulina.
En Mayo de 1921 Banting y su asistente Charles Herbert Best inician sus experimentos. Una combinación de tiempo y buena suerte permitió que ellos fueran los primeros en anunciar el descubrimiento de la insulina.
Como suele suceder, en otras partes del mundo se conducían experimentos en busca también de la insulina, científicos en Alemania y Hungría habían estado muy cerca de lograr purificar la insulina, pero la falta de recursos y destrucción de la primera guerra mundial detuvo su progreso. En diciembre de 1921 los tres investigadores Macleod, Banting y Best presentaron sus descubrimientos a la “American Physiological Society” en la Universidad de Yale. Cuentan que la inexperiencia y nervios de Banting lo hicieron titubear al entregar el artículo y fue interrogado severamente por los miembros de la sociedad, saliendo Macleod en su defensa durante la discusión, sin embargo, a pesar de la defensa de Macleod, Banting estaba convencido que este le pretendía robar el crédito a el y Best, comenzando en ese momento el distanciamiento con quien había sido el primero en brindarle los medios para su investigación.
Al final de 1921 entra al equipo James Bertram Collip, bioquímico del departamento de fisiología de la Universidad de Toronto, ayudando en la purificación de los extractos pancreáticos obtenidos en sus experimentos. El primer experimento en humanos se realizó en un joven de 14 años, sin lograr una buena respuesta, a pesar de esto siguieron intentando; Collip logra entonces purificar la insulina usando alcohol a poco más del 90% para precipitar los ingredientes activos (insulina). Mayo 3 de 1922, el día en que Macleod en voz del grupo anuncia el descubrimientos de la insulina.
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